Seguro que has oído eso de que el alcohol engorda mucho. Lo cierto es que hay mucho de verdad en ello y lo podemos ver en personas que beben habitualmente y suelen tener sobrepeso. ¿Tiene la culpa el alcohol de todos esos kilos de más que tienen los bebedores? Pues lo cierto es que no se le puede echar toda la culpa. La realidad es que uno de los problemas que tiene el alcohol es que hace que la gente coma mucho y mal.

¿Por qué nos da hambre cuando bebemos alcohol? Seguro que muchas veces lo de beber unos vinos o cervezas sin comer nada al lado, es casi intolerable. Ya sea una bolsa de patatas fritas o cualquier producto parecido, es algo que parece estar conectado. Eso sin contar que si vamos de bares, no pueden faltar los aperitivos, que muchas veces no solo mejor para nuestra dieta. 

No es extraño que la gente que bebe mucho alcohol se ponga muchos kilos encima, porque está combinando las calorías vacías del alcohol con las calorías de la comida ingerida. Veamos porque ocurre esto.

¿Por qué consumir alcohol abre el apetito?

Por qué consumir alcohol abre el apetito

Hay varios motivos por los que el alcohol da hambre, y una de ellas es que el alcohol es un sedante y nos “atonta”. ¿Qué significa esto? Pues que somos menos conscientes de muchas cosas que hacemos mal, y lo peor es que no lo vemos tan importante. Cuando se trata de comer de forma sana, el alcohol es perfecto para desviarnos de hacer lo correcto.

Ya no se trata de si se es un alcohólico o no, porque esto le afecta a todo el mundo. ¿Has estado de copas y te ha entrado hambre cuando el alcohol te ha hecho efecto? Reconoce que cuando se está ebrio entra mejor la comida basura (pizzas, hamburguesas, fritos, etc.) y otros alimentos con muchas calorías. Es muy raro estar de borrachera y que alguien decida comerse una ensalada cuando le entra ese hambre tan intenso. Apetece lo más sabroso y graso que haya a mano, y es porque no nos importan las consecuencias… por lo menos en ese momento.

Las lamentaciones vienen después cuando se han cogido unos kilos surgidos “de la nada”. Recuerda que el alcohol es una droga y compromete nuestro criterio para hacer muchas cosas. Beber alcohol da una gratificación inmediata y por eso la mayoría de la gente se engancha a ello. Por eso se acostumbran a tener esas gratificaciones instantáneas en otras cosas de su vida. La comida es una de esas gratificaciones que da un placer inmediato.

Por si fuera poco, se sabe que las alteraciones químicas que produce el alcohol en nuestro cuerpo afectan al apetito. Básicamente cambia la sensación del hambre que tenemos y lo llenos que nos sentimos. Se han hecho estudios sobre esto y de hecho parece que aumenta las ganas de comidas grasas. No es de extrañar que beber alcohol en exceso esté vinculado a tener sobrepeso.

El alcohol y la glucosa

Por qué nos da hambre cuando bebemos alcohol

Otra cosa que hace el alcohol es reducir la glucosa en sangre y esto es otro motivo por el que nuestro cuerpo nos pide “combustible”. Esta necesitad de tomar algo de forma urgente suelen ser alimentos con azúcar, grasas y carbohidratos, y además viene con otras consecuencias.

Como he repetido muchas veces en esta Web, el alcohol impide que el alcohol haga las funciones que se suponer que tiene que hacer. En el caso de la glucosa, daña la capacidad de filtrar las cantidades de glucógeno (azúcar que se acumula) en sangre. Por este motivo no regula bien el azúcar en el riego sanguíneo. Aparte de los problemas de salud que esto puede provocar, modifica la sensación de hambre incluso si hemos comido recientemente.  

El alcohol es un auténtico experto cuando se trata de ponernos kilos encima. Como se ha dicho, está lleno de calorías vacías sin nutrientes y normalmente se toma mucho más alcohol del recomendado. Si se tiene un problema de alcoholismo entonces la cantidad de calorías consumidas se dispara. Si a esto le añadimos la “comida basura” que se ingiere, tenemos una bomba calórica con los resultados que todos conocemos.

El problema no solo es mientra bebemos alcohol sino después con la conocida “resaca”. No solo tenemos una fuerte deshidratación que nos hace beber mucha agua, sino una gran necesidad de nutrientes. Lo ideal sería comer muy sano y ligero al día siguiente de una borrachera, pero no suele ser el caso.

El día siguiente de una “fiesta” con mucho alcohol suele venir acompañado de comidas poco saludables. Es lo que nos pide el cuerpo y por tanto “no puede ser tan malo” según muchos piensan. Si te has preguntado alguna vez “¿por qué el alcohol me da hambre?” ya tienes tu respuesta. Si quieres perder peso, el alcohol es tu enemigo, al igual que lo es para otras muchas cosas.

Dejar respuesta

Please enter your comment!
Please enter your name here