Uno de los motivos por lo que la gente empieza a beber alcohol es la falta de confianza. De hecho, es una de las excusas que mucha gente se pone para no dejar el alcohol. Por eso suelen intentar controlar la adicción bebiendo menos para hacer ciertas cosas. Sin embargo, todos los que hemos tenido problemas con el alcohol sabemos que intentar controlarlo es casi imposible. Uno de los errores es pensar que el alcohol nos da la confianza que nos falta en muchas ocasiones. Lo cierto es que es un arma de doble filo y que tiene consecuencias.

El alcohol es un desinhibidor que hace que nos pensemos menos hacer ciertas cosas. Algunos piensan en ello como “valentía” y es lo que parece a primera vista, pero puede haber efectos negativos. El problema es que dependiendo de la cantidad de alcohol ingerido, se hacen cosas sin pensar en las consecuencias. Como he dicho muchas veces, el alcohol nos vuelve más “torpes y estúpidos”.

¿Nos hace mejores el alcohol en ciertas situaciones?

La creencia más extendida es que el alcohol hace que todos los miedos y la falta de confianza se disipen. La verdad es que los que piensan que el alcohol nos hace más divertidos, inteligentes y encantadores frente a las demás personas, deberían mirar atrás desde una perspectiva de sobriedad. Quizá no les guste muchas cosas que verían de si mismos. Verían en la mayoría de las ocasiones a una persona ebria sobreactuando y haciendo tonterías. Para algunos puede ser gracioso, pero solo por un corto espacio de tiempo. Lo cierto es que los borrachos se suelen ganar el desprecio de la gente.

El problema es que el alcohol no ayuda en la falta de confianza, y lo que es peor aun, impide que vuelvas a tener una confianza real en otras situaciones. Además de eso, el estar borracho no ayuda tampoco a que la experiencia que queríamos conseguir con esa “valentía”, sea plena y satisfactoria.

Hay una cosa que está clara, y es que cualquier cosa que nos propongamos hacer la podemos hacer mejor sin alcohol. Lo cierto es que la gran mayoría de personas sentimos algún grado de “vergüenza y timidez” para hacer muchas cosas. Es algo que suele ir mejorando con el tiempo, pero hay que poner de nuestra parte para ir ganando confianza. Es algo normal porque tendemos a vivir en nuestra zona de confort, y nos cuesta salir de ella.

Cuando hay que hacer algo fuera de lo habitual, nos cuesta dar el salto para hacerlo. La mayoría de veces es porque lo pensamos demasiado, y eso es algo que va en nuestra contra. Un ejemplo muy claro es cuando se quiere socializar y se es demasiado tímido para relacionarse. El alcohol suele uno de los recursos que utiliza mucha gente para salir de esa “burbuja”. Al principio parece funcionar por esa desinhibición comentada al principio. Sin embargo, lo que se está experimentando realmente es una versión “sedada” de lo que hubiera podido ser en realidad.

Tienes confianza suficiente para hacer cualquier cosa

Hay que pensar en el alcohol como una sustancia “viviente” que busca víctimas para crear una adicción y que sea consumida. La sensación de tener más confianza es solo una de las muchas trampas que nos pone el alcohol para ganarse nuestra simpatía. La realidad es que esa confianza en nosotros mismo ya la tenemos, aunque algunas veces esté muy oculta y nos cueste sacarla. Lo que está claro es que el gran error es recurrir al alcohol o cualquier droga para encontrarla.

El miedo a fracasar es una de las cosas que nos suele echar hacia atrás. Sin embargo, el problema es que vemos esas metas demasiado “grandes” y lo queremos hacer todo al primer intento. Sin embargo, todo necesita una estrategia si tenemos problemas para conseguir nuestras fines. Si queremos superar la falta de confianza hay que empezar con metas más pequeñas.

Míralo de esta manera: Si lo que quieres es saltar un muro de dos metros, puede que la primera vez que lo intentes te pegues un batacazo. Quizá la solución es empezar por muros de medio metro y luego ir subiendo la altura. Esto vale para todo en esta vida, y la confianza se va ganando con el proceso. Llegará un momento en que saltarás el muro de dos metros sin problema alguno, e incluso podrás saltar otros más altos. Al final se trata de eso, y hay que hacer las cosas poco a poco.

Conclusión

No hace falta recurrir al alcohol ni a ninguna otra droga para conseguir vencer a la falta de confianza. Los miedos, dudas y la timidez son cosas que están en nuestra cabeza, y muchas veces no tienen fundamento. Si ves a una chica o un chico que te gusta, acercarte para iniciar una conversación es algo natural y que no te hará perder nada. No hace falta beber varias copas para tener la confianza de hacer esa movimiento. De hecho, posiblemente todo salga mal porque no estarás al 100 % de tu capacidad real de hacer cosas. Con esto incluyo cualquier otra cosa que se te pueda ocurrir.

Recuerda que ya tienes la confianza en tu interior, y solo tienes que practicar un poco para desarrollarla. Todo te irá mejor y conseguirás más cosas sin envenenarte el cuerpo y la mente con alcohol y otras drogas dañinas. El alcohol solo busca una cosa y es engancharte en su mundo y que dependas de el para hacerlo casi todo. No dejes que eso pase y no te pongas lastres en todo lo que puedes conseguir.

Dejar respuesta

Please enter your comment!
Please enter your name here