Cuando el alcohol ya se ha convertido en un problema serio, está claro que hay que tomar una decisión. Lo cierto es que realmente hay dos decisiones: Una es dejar de beber y la otra pasar de todo y seguir bebiendo como si nada. ¿Te imaginas cual dará menos problemas a la larga? Bromas aparte, entender porque estamos bebiendo tanto es importante.
¿Sabías que la gran mayoría de los alcohólicos usan la bebida como un sedativo? Partiendo de que el alcohol es una formad anestesia muy ligera, no es de extrañar que sirva para “aliviar” la ansiedad, angustia, nerviosismo e incluso las depresiones. En principio puede parece una solución maravillosa porque realmente es efectivo. Sin embargo, el alcohol también tiene la capacidad de amplificar las emociones. Lo hace tanto con las buenas como las malas.
Todos tenemos problemas en la vida, y el que diga lo contrario miente. Es algo inevitable y los tendremos durante todos los años que vivamos. Por tanto, ¿Qué podemos hacer para que los problemas no puedan con nosotros? Primero identificarlos y luego pensar como superarlos sin tener una copa en la mano.
El alcoholismo como medicación
El alcohol al principio es divertido y esta es la trampa para que algunas personas piquen. No todo el mundo caerá en sus redes, pero unos cuantos si lo harán en los siguientes años. Muchos de los que se enganchan es porque tienen problemas en su vida sin resolver. Suena a tópico pero es la pura realidad. ¿Por qué esto es peligroso para la gente que quiere dejar el alcohol para siempre?
Hay un porcentaje alto de personas que dejan de beber y se encuentran con una situación que no esperaban. Por supuesto que un montón de cosas mejoran al dejar el alcohol, pero internamente no se sienten bien y todo les parece triste y miserable.
Por desgracia, esto es lo que hace que muchos no aguanten la abstinencia del alcohol. Se encuentran con obstáculos que siempre han estado ahí por no haberlos solucionado antes. Ahora sin la droga que les alivie ese sufrimiento todo se les presenta muy negro. En estos casos se estaba usando el alcohol como un medicamento. Algo parecido a los que toman píldoras por prescripción médica por los mismos síntomas. Irónico, ¿verdad?
Con este comportamiento estamos añadiendo más leña a las causas del alcoholismo que ya teníamos.
¿Cuáles son las causas del alcoholismo?
Cada persona es un mundo y las causas del alcoholismo pueden ser muchas. Puede ser un problema que se ha tenido desde muy pequeño, abusos, complejos, malas experiencias, perdida de seres queridos o simplemente inseguridad. Lo cierto es que da igual el motivo. Todo el mundo pasa por los problemas que he dicho antes, y no todos acaban siendo adictos a las drogas. La vida es dura, pero eso no hace falta que te lo diga.
La vida tiene cosas maravillosas pero también es una continua lucha. Por desgracia, el ser humano está programado por buscar atajos en casi todo lo que hacemos. Muchos de esos “problemas” que tenemos tienen soluciones más fáciles de lo que pensamos. De hecho, hay cientos de procedimientos y maneras de arreglar casi todo lo que provoca ansiedad o depresión. Lo que pasa es que el alcohol es el camino fácil para un alivio rápido. Un “sedante” que viene muy bien en ciertas ocasiones.
Sin embargo, ¿quieres saber una cosa? En el momento de acabar nuestra relación con el alcohol, hemos conseguido un logro que no consiguen todos. Si podemos conseguir eso, se puede hacer cualquier cosa. Eso es lo que tienes que tener en cuenta. Podemos superar prácticamente cualquier obstáculo y no hacen falta drogas para lograrlo
Si tenías problemas que el alcohol ocultaba, seguirán ahí cuando dejes de beber. Sin embargo, es la ocasión perfecta para empezar a mirarlos de frente y hacerlos desaparecer. Ese es realmente el reto junto a dejar el alcohol. El día que decidas dar el paso, haz una lista de las cosas que te disgustan hace tiempo o que te ponen nervioso. Algunas veces ni siquiera sabemos exactamente lo que nos pasa.
La estrategia perfecta para dejar beber
Aparte de hacer una lista de los problemas que crees que te incitan a beber, hay una estrategia que es fundamental. Debes hacer una segunda lista de cosas que te gustan o que siempre has querido hacer. Date cuenta que cuando se deja de beber se tiene mucho más tiempo disponible. De hecho, una de las primeras cosas que notas es que el tiempo pasa mucho más despacio.
Cuando se bebe en exceso, nuestro cerebro se pasa varias horas al día “adormecido” y llega un momento que desconectamos. Es el motivo por el que muchas personas suelen quedarse dormidas muy temprano. Si has empezado a beber por la mañana o a mediodía, es normal que a las 19:00 o algo más tarde estés ya pensando en acostarte. Algunas personas duermen hasta el día siguiente y otras se despiertan de madrugada.
Sea como sea, el alcohol no deja descansar, y parte del día o la noche se pasa en un estado somnoliento. No se es productivo y la sensación general es estar como en una especie de “sopor” producido por el alcohol. Cuando se está sobrio nos damos cuenta de nuevo de la cantidad de horas que tiene el día. Se duerme mucho mejor por la noche, y durante el día tenemos más tiempo para hacer cosas.
Uno de los mejores consejos que te puedo dar en el momento de decidir dejar de beber, es que no te aburras. Encuentra cosas que hacer, ya sean deportes, tocar un instrumento, construir algo, obras sociales, viajar o cualquier otra cosa. Esta lista de cosas es la que te mantendrá centrado y te recordarán que merece la pena el paso que has dado.
Recuerda, independientemente de las causas del alcoholismo que puedan existir, tu eres la verdadera solución que te sacará del problema.
