Seguro que has oído hablar de una condición médica llamada la gota, y también que los dolores que produce son terribles. Se caracteriza por un fuerte dolor en las articulaciones, y suele centrarse en el dedo gordo de uno de nuestros pies. La gente que suele pasar por este doloroso trance suelen ser personas con sobrepeso y que abusan del alcohol. De hecho, los que más riesgo tienen son los amantes de la cerveza. ¿Cuál es la realidad entre el consumo de alcohol y gota?
La relación entre alcohol y gota es algo que se conoce hace mucho tiempo. La gota también se conoce como ácido úrico, ya que es esta la sustancia que se concentra en la sangre provocando la inflamación de las articulaciones. Lo primero que se hace cuando una persona tiene gota es ponerla a dieta y prohibirla el alcohol. Sin embargo, un alcohólico no dejará de beber aunque ni siquiera pueda apoyar el pie en el suelo por el dolor.
La cerveza es alta en un compuesto químico llamado purinas, lo cual se convierte en ácido úrico. Por este motivo se considera la cerveza como uno de los causantes de la gota. ¿Qué hacen los adictos al alcohol cuando tienen gota? Cambian la cerveza por vino u otro tipo de bebida con menos purina. Aunque parezca increíble, es la realidad de lo que ocurre y de hecho es lo habitual.
Tenía un amigo, al cual ya no veo hace años desde que dejé de beber, que tenía un gran sobrepeso. Aparte de eso, era un compañero de borracheras de toda la vida. No hace falta decir que también era adicto al alcohol. Tuvo la mala suerte de tener gota y estuvo más de dos meses andando con muletas con unos fuertes dolores que le hizo pasarlo muy mal. Según me contaba, cada vez que pisaba con el pie afectado, era como un fuerte y profundo pinchazo debajo de la uña del dedo gordo.
La solución fue engancharse al vino, lo cual nunca había sido de sus bebidas alcohólicas favoritas. Uno de los problemas que noté es que al tener el vino una graduación más alta, se emborrachaba mucho antes al principio. Yo seguía bebiendo cerveza, y el me mantenía el ritmo con vinos. Sin embargo, en ningún momento pensó que lo mejor sería dejar de beber alcohol del todo. Ese el poder que tiene el alcohol sobre nosotros si se lo permitimos. incluso sabiendo el vínculo entre el consumo de alcohol y gota, siguió haciendo lo mismo.
El proceso de la gota
Es conveniente tener unos conocimientos básicos de cómo funciona la gota, porque todos estamos en riesgo. Los que han pasado el trance lo recuerdan toda la vida por lo que duele, y por eso todo el mundo debe tener conciencia de lo que pasa si no se tiene cuidado.
Normalmente son los riñones los que se hacen cargo de eliminar el ácido úrico, ya sea en el alcohol o en alimentos. Si nos pasamos de la cuenta comiendo y bebiendo cerveza o alcohol en general, los riñones se pueden ver afectados. La acumulación de ácido úrico puede ser demasiado para que nuestros riñones lo manejen, por lo que esta sustancia se queda en nuestro cuerpo. Este exceso de ácido úrico se almacena en las articulaciones provocando la gota.
El problema es que este ácido úrico se transforma en pequeños cristales dentro de las articulaciones, que es lo que provoca esos terribles pinchazos. Siempre se había pensado que los alimentos altos en purinas y colesterol eran los máximos culpables de la gota, pero un estudio publicado por la revista “The Lancet” cambió esta creencia. Quedó demostrada la relación entre consumo de alcohol y gota, sobre todo en ciertos tipos de alcohol.
El estudio mostraba que las personas que bebían cerveza en grandes cantidades aumentaban el riesgo de tener gota. De hecho, no hacía falta beber mucha cerveza para desarrollar esta condición si coincidían algunos factores.
¿Qué hacer con el consumo de alcohol y gota?
Hoy en día no hay excusa para quitar importancia al alcohol como causante de una gota. De hecho, aunque es la cerveza la que más culpa tiene de esta enfermedad, no significa que el alcohol afecte negativamente a la condición. Hay que recordar que las personas con gota tienen que estar en tratamiento, lo cual puede incluir corticoides y calmantes para el dolor. Como he dicho al principio, los alcohólicos buscarán un pretexto o medio para seguir bebiendo.
En el caso de antiguo amigo de copas, lo más fácil fue dejar la cerveza y pasarse al vino. Esto casi tres meses sin poder andar correctamente por la gota, pero le compensaba poder seguir bebiendo. En cuanto se sintió mejor y pudo caminar sin muletas de nuevo ¿sabéis lo que hizo? Volver a beber cerveza, aunque con la diferencia que incluyó el vino en muchas de sus borracheras.
Desde entonces ha tenido otros dos ataques de gota menos fuertes, pero que también le mantuvieron de baja en su trabajo. Tampoco importaba mucho, porque había encontrado la solución al problema de la gota. Beber vino en lugar de cerveza. Esta es la locura del alcoholismo y que un adicto no puede ver. Como se puede ver, la relación entre el consumo de alcohol y gota es muy claro.
