El alcoholismo es algo que afecta a muchas personas en el mundo, y lo hace en diferentes grados. De hecho, hay muchas posibilidades de que conozcamos a alguien que lo sea sin nosotros saberlo. Incluso puede que tu mismo tengas un problema con el alcohol y todavía no seas consciente de ello.
Ya hemos hablado de muchos de los síntomas que tiene el alcoholismo y como se suele manifestar. Lo que pasa es que son muchas las formas en las que el alcohol se vuelve una adicción. Por este motivo en muchos grupos que luchan contra el alcohol, dividen el las fases del alcoholismo en cuatro partes. De esta manera se simplifica la forma de entender este problema y se puede saber el estado de cada persona. El número de fases del alcoholismo varía según
Hay que aclarar que dentro de cada una de las fases, pueden pasar muchas cosas y parecer que son fases por si mismas. En ocasiones, cosas que pasan en fases más avanzadas ocurren en la primera fase, como puede ser un accidente por conducir ebrio. Sea como sea, te explicamos cuatro fases del alcoholismo que se suelen poner de ejemplo en sitios especializados.
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1 – Primera fase


La primera de las fases del alcoholismo es cuando una persona bebe de vez en cuando pero cuando lo hace se suele pasar más de la cuenta. Aun así, no es un problema y lleva una vida totalmente funcional sin que el alcohol le afecte. En esta primera fase se decide si la persona será alcohólica o no en el futuro. De hecho, millones de personas pasan por este periodo siendo jóvenes debido a fiestas, botellones, etc.
La gente durante este periodo no bebe todos los días, por lo que es complicado saber si tendrá problemas. Por este motivo, la fase número uno se toma como algo orientativo. No se puede llamar a alguien alcohólico porque todavía está “flirteando” con el alcohol.
2 – Segunda fase


En esta segunda fase las cosas se empiezan a complicar. Normalmente los efectos del alcohol ya son evidentes, tanto físicamente como mentalmente. El alcohol ya no se usa solo para socializar o divertirse. Se puede hablar de cientos de razones por lo que la gente bebe alcohol, pero al final se reduce a emociones.
Llega un momento en el camino a cualquier adicción, donde se hace más una medicación que un producto de entretenimiento. En esta fase se bebe para sentirse bien. Es una forma de paliar el estrés, ansiedad y problemas con los que cuesta enfrentarse. Normalmente se empieza a beber a solas y evitar a otras personas cercanas. Esta fase dura unos cuantos años y el empeoramiento es gradual.
Precisamente en esta fase es cuando se pasa de beber ocasionalmente a beber todos los días. La tolerancia se hace mayor y hay que beber más cantidad. Es cuando el cuerpo empieza a depende del alcohol. Cuando se pasan algunas horas sin beber, cambia el humor y surgen episodios de ansiedad. Aun así, muchos pueden disimular su forma de beber y todavía no es tan evidente para la gente más cercana.
3 – Tercera fase


Aquí las cosas ya son más que evidentes para la mayoría de la gente. Se tardan años en llegar a esta fase, aunque varía dependiendo de la persona. Por regla general esta fase a partir de los cuarenta o cincuenta años, donde ya se han pasado décadas bebiendo alcohol. La mayoría del tiempo se está pensando en la siguiente copa, y esto deteriora la vida social, el trabajo, y todo lo demás.
Normalmente se beben todos los días en este punto, y la hora de tomarse la primera copa cada vez es más temprano. De nuevo, depende de la persona y hasta que punto tenga la adicción. Algunos empiezan a beber nada más levantarse y otros a mediodía, pero cada vez se adelanta más esa primera cerveza, vino o copa de lo que sea.
4 – Cuarta fase


Sea cual sea tu forma de beber, no quieres llegar a la cuarta fase del alcoholismo según lo analizan los expertos. Se puede decir que estas es la etapa final de un alcoholico. Cuando se llega a este punto la vida de la persona suele ser una ruina. Todos los aspectos de la vida del alcohólico se han visto afectados, tanto socialmente como de salud. En muchos casos incluso hay juicios por varios temas donde el alcohol tiene mucha culpa.
En esta fase, físicamente el organismo no puede aguantar todo lo que se está bebiendo. Los órganos luchan por mantenerse funcionando y los problemas de salud se multiplican. Las enfermedades en esta cuarta fase pueden ir desde una demencia alcohólica, cirrosis, ictus o problemas cardíacos, hasta cáncer.
En cuanto a lo social pueden ocurrir muchas cosas. Muchos alcohólicos en esa fase han desarrollado problemas mentales o psicológicos. Por este motivo muchos están solos y no tiene relaciones con familiares y amigos. Otros las mantienen dentro de lo complejo que pueda resultar. En cualquier de los casos es un problema porque se ha llegado a un punto del que es difícil retornar. El estado de salud suele ser precario, aunque nunca es tarde para dar marcha atrás.